Llamada la Casa Larga, ya que la parcela es de proporción muy alargada, se resuelve separando claramente las zonas de día y de noche, que se rematan ambas con una doble altura. En un caso, formando un doble salón-despacho y en el otro caso resolviendo la pieza del dormitorio principal en suite.
En esta vivienda se vuelve a emplear el encofrado en tingladillo, con las maderas solapadas, siendo los entrepaños de piedra cuarcita portuguesa.